Experimentación y raíces, madera y metal, guitarras y sintetizadores, y una incansable búsqueda en lo más intrínseco de los sentimientos humanos: Ole Koretsky ha vuelto con un EP compuesto por cinco canciones en las que nos abre las puertas de su mundo interior y nos invita a acompañarle en un increíble viaje hacia la aceptación y el aprendizaje. Se podría decir que en conjunto este EP lo podríamos clasificar en el género dark wave, (nunca mejor traído lo de DARK), pero mirándolo más en profundidad, cada uno de los temas evoca un estado de ánimo o sentimiento diferente y, en nuestra opinión, hay un movimiento implícito que hace de esta música la compañía perfecta para conducir a solas.

1. The One

Un tema con una sensación muy melancólica, incluso reflexiva, que empieza con unos acordes y leve percusión con mucha reverb. La voz de Olé, en sus tonos más graves, te lleva a la introspección. Una introspección que unida a la letra hace que te preguntes si realmente eres quien se espera que seas, o si realmente eres lo suficientemente bueno para alguien (“I’m not the way for you”, “I’m not the hope you need”). Se adivina una especie de decepción con uno mismo y al mismo tiempo un deseo de ser amado y de encontrar ese algo o alguien que te sirva de guía (“look in my eyes and tell me that I’m yours”).

La parte central y final, casi toda instrumental, bien podría servir como banda sonora para una película o serie (nos hace pensar en la serie “Dark” – otra vez Dark!).

El tema termina con una acumulación de elementos sonoros, primero acordes, después un tema arpegiado que se repite en bucle, aparece la voz de Olé y una nueva melodía de sintetizador y se entremezcla todo en una subida de volumen muy efectiva que termina de repente, dejándonos solos con el arpegio suave y ese inconfundible sonido de grabación que evoca y nos transporta a aquellas tardes lluviosas de los 90 en que nos refugiábamos en la soledad de nuestra habitación y los viejos cassettes.

2. Signs of Life

Sin duda, el tema estrella de este trabajo. Una canción a dúo con TinaKristina, cuya voz, suave y agradable, contrasta con la crudeza de la letra; sentimientos tan interiorizados que a veces se hace demasiado difícil encontrar las palabras para expresarlos. Se podría decir que el contraste es lo que hace que este tema sea especial, junto con la melodía principal que es increíblemente pegadiza.

Comienza con el sonido de una guitarra que establece el ritmo base en el que se sostiene todo el tema para dar paso a la voz de TinaKristina, que en su registro más grave presenta un timbre peculiar. 

Durante la estrofa, tanto en la música como en la letra y en la voz, se aprecia un sentimiento de soledad y melancolía oscura (“I need you now, now more than ever”), que cambia en el estribillo, más brillante y esperanzador, donde se une la voz de Olé.

El puente es un contraste más, en realidad es tan diferente que podría ser parte de otra canción, incluso usado en otros géneros.

Personalmente, me hubiera gustado que la letra cambiara al final (“There’s something here, a sign of life”), ya que habría casado mejor con el rayo de esperanza que se entrevé en la música y en ese final instrumental, casi bailable. Pero tal vez, hubiese sido muy previsible, así que nos tendremos que conformar con el título, que está en afirmativo, dejando al oyente la posibilidad de esa segunda interpretación 😉

3. Call it a Day

Por el protagonismo de los instrumentos de “Call it a Day” se puede decir que tiende a un estilo más de rock alternativo, con más presencia de bajo y guitarra, y una batería con esa reverb que recuerda tanto a los sonidos ochenteros. 

La tesitura grave de la voz de Olé nos trae reminiscencias de Depeche Mode, especialmente durante las estrofas, aunque a su vez, es quizás el tema que más se parece al trabajo anterior de Koretsky, hecho que la ha convertido en la favorita de los fans. Un tema realmente fascinante en el que cada elemento juega un papel ineludible, con una hipnotizante línea de guitarra que se mantiene impasible ante cambios de ritmo, retroalimentación y entrada de nuevos elementos. La forma en que la batería irrumpe en el minuto 1.34 es realmente evocadora. Al contrario que en los temas anteriores, “Call it a Day” nos transmite una sensación de querer escapar, de poner tierra por medio, de buscar el autoaislamiento o de encontrar algo que se siente ya perdido o inalcanzable (“I’m gonna walk away”).

Los coros adquieren protagonismo en el estribillo así como la omnipresencia del arpegio, esta vez en sintetizador, que deja muy al fondo a la guitarra.

Un tema que, junto a “Signs of Life”, muy bien podría haber formado parte del segundo disco de DARK, y que, como su videoclip muestra, es perfecto para escuchar en movimiento, conduciendo de noche por ejemplo.

4. Heartbreaker

Teniendo de nuevo como tema central la necesidad de escapar y cambiar un destino ineludible, el cuarto corte de este EP es indudablemente el más experimental y electrónico de los cinco que componen MMXX.

Empieza con ese inquietante arpegio, esta vez bastante agudo, que entra en bucle para dar paso a una voz robótica y rítmica. También encontramos otro tipo de sonidos y efectos contrastantes a partir del estribillo (sorprende escuchar palmas, un sonido tan humano y natural en medio de un mar de electrónica), y en la parte central del tema (del 1.42 al 2.14), mi preferida, en la que se escucha la guitarra al fondo y Olé experimenta con ecos y diferentes voces. El tema termina paradójicamente con un eco interminable.

5. Nothing compares to you

El EP termina con una melancólica, desgarradora versión de Nothing Compares to you, composición original de Prince, popularizada por la cantante y compositora irlandesa Sinead O’Connor. Unos poderosos riffs y unas percusiones que en lugar de arremeter con fuerza, lo hacen de modo acompasado y constante, como intentando sostener un alma rota que ya no tiene fuerzas para continuar. Un broche de oro para un EP que suena a canalización de sentimientos muy profundos, a una búsqueda de aceptación para la tan ansiada paz interior y a un halo de esperanza en tiempos en los que tanto la necesitamos, sin dejar de ser conscientes de lo que un día tuvimos y a lo que nada se puede comparar.

Desde esta web, deseamos con todas nuestras fuerzas que este proyecto siga adelante y, quizás algún día, tenerlo en formato físico, algo que hará las delicias de los enamorados del vinilo y de la buena música, porque MMXX no es música para escuchar de fondo; MMXX invita a la introspección y a la reflexión, a la comprensión de nuestros propios sentimientos para poder expresarlos y alcanzar así la resiliencia, sin perder de vista esa luz que sigue viva y que quizás nunca se ha ido. 

De momento, puedes reproducir o descargar estas maravillosas canciones en el link a continuación: 

https://lnk.to/koretsky