Esta semana hemos viajado a Limerick, y no podíamos dejar escapar la visita a los correctos tributos que esta maravillosa ciudad le ha otorgado a nuestra princesa: su mural en St John’s Castle y su banco en el renombrado Dolores O’Riordan Park en Bruff.

Nuestra primera parada fue el mural en St John’s Castle. Esta impresionante obra de arte ha sido creada por Aches, un artista callejero irlandés. Su propuesta trata de una impresionante pintura de estilo RGB en el que sobrepone tres imágenes diferentes de Dolores durante su show en The Troubador en Los Ángeles, 1993, en la que fue la primera gira norteamericana de The Cranberries. Durante las semanas más recientes, imágenes del proceso de creación del mural fueron apareciendo en Internet a través de diversas redes sociales, en las que comenzamos a imaginar la magnitud de esta obra maestra. El mural finalmente se dio a conocer el mismo día en que The Cranberries recibió su primera nominación a los Grammy en la categoría de Mejor Álbum de Rock por In The End, por lo que fue una coincidencia sorprendente que solo Dolores podría lograr. La técnica en esta obra es realmente impresionante, simplemente no puedes imaginar cómo alguien podría hacer que las imágenes roja, azul y verde de Dolores coexistan en perfecta harmonía y unas dimensiones tan inmensas. Las fotografías del mural pueden darte una idea de cómo se ve, pero no hacen justicia al mural ni a las emociones que evoca. ¡Realmente tienes que visitarlo!

La segunda parada de nuestro viaje fue en el Parque de Dolores O’Riordan (anteriormente Morning Star Park) en Bruff. Este parque fue el escenario de la entrevista de Barry Egan a Dolores y su madre Eileen durante La Voz de Irlanda en 2014, donde discutieron sobre la igualdad de género, el feminismo, la maternidad y las dificultades de la fama desde la propia experiencia de Dolores. El banco de Dolores tiene una placa en su honor con uno de sus versos más inspiradores grabado («Always be yourself along the way, living through the spirit of your dreams»), junto con una mariposa, que se ha convertido en un símbolo de su vida y memoria para muchos de nosotros.

Ambos homenajes son un emotivo recordatorio del gran impacto de Dolores en la vida de la gente, así como su importante contribución a la historia de la música. Se han hecho con cariño, manteniéndolos respetuosos y humildes, e impresionantes e inabarcables, como si tuvieran la intención de retratar las dos caras de Dolores de la manera más hermosa posible.